Se acabó la guerra… ¿y la paz?
La muerte de los hijos de Sadam Husein no alterará la situación de fondo que vive Irak, con una tendencia inocultable al empeoramiento. Al tiempo que se desmoronan las previsiones posbélicas de los estrategas de la guerra, todos los pronósticos negativos de los que nos oponíamos a la intervención van haciéndose realidad dramáticamente.