Ni simpático ni serio
En la acumulación de despropósitos de los últimos meses, la frase que resume la definición del proyecto político del señor Aznar para España es que no quiere un país simpático, sino un país serio.
2003
En la acumulación de despropósitos de los últimos meses, la frase que resume la definición del proyecto político del señor Aznar para España es que no quiere un país simpático, sino un país serio.
Artículo escrito con motivo de la Cumbre de Salónica y firmado por Susanna Agnelli, ex ministra italiana de Asuntos Exteriores; Giuliano Amato, vicepresidente de la Convención sobre el Futuro de Europa, ex presidente del Consejo de Ministros italiano; Raymond Barre, ex primer ministro francés; Carl Bildt, ex primer ministro sueco; Emilio Colombo, ex presidente del Consejo de Ministros italiano; Jean-Luc Dehaene, vicepresidente de la Convención sobre el Futuro de Europa, ex primer ministro belga; Bronislaw Geremek, ex ministro polaco de Asuntos Exteriores; Hans-Dietrich Genscher, ex ministro alemán de Asuntos Exteriores; Valéry Giscard d’Estaing, presidente de la Convención sobre el Futuro de Europa, ex presidente de Francia; Felipe González, ex presidente del Gobierno español; Douglas Hurd, ex ministro británico de Asuntos Exteriores; Helmut Kohl, ex canciller alemán; Giorgio Napolitano, presidente de la Comisión de Asuntos Institucionales del Parlamento Europeo, ex presidente del Parlamento italiano; Helmut Schmidt, ex canciller alemán; Carlos Scognamiglio, ex ministro italiano de Defensa; Eduardo Serra, ex ministro español de Defensa y Hans van Mierlo, ex ministro holandés de Asuntos Exteriores.
El día de la toma de Bagdad, con la bandera de EE.UU. cubriendo el rostro de una estatua de Sadam, pasará a la historia como el comienzo de la pax americana y, cuando tengamos más perspectiva para contemplar sus implicaciones, como el comienzo de una etapa de mayor caos internacional.
Con un entusiasmo y una alegría que no he visto en ningún Parlamento del mundo, los diputados y diputadas del Partido Popular aplaudían a rabiar la resolución que proponen para abrir paso a la guerra contra Irak y la negativa a dar cualquier oportunidad a los inspectores para que rematen su objetivo ¿Por qué estarán tan contentos con la que nos espera?
Es fácil decir que todos estamos contra la guerra. Y seguramente es verdad en la inmensa mayoría de los casos. La política es poliédrica y cada uno verá lo que dice desde el prisma que le convenga. Tanto los defensores del conflicto con Irak, como los que se oponen, defenderán sus posiciones como las más correctas en el camino de la paz.
En las dos últimas décadas, América Latina ha vivido la recuperación casi generalizada de los sistemas democráticos y, como contrapunto, un pobre crecimiento económico, que apenas ha mantenido el producto por habitante con una redistribución más desigual del ingreso.
El despliegue se desarrolla inexorable. Como si de una invasión de hispanos se tratara, se llena de Sánchez, Pérez, Garcías y González -incluso-. El Golfo se llena de tropas dispuestas a combatir al cabeza visible del «eje del mal». La ventana temporal de oportunidad se acerca en el duro desierto bíblico.